Todo comenzó con una fábrica de embragues en la avenida Patricios, que luego ese fue el nombre que se le otorgó.
Ella, estaba a cargo de Ariel Petrillo. Allí, se realizaban recambios de embragues y cinta; también rectificación de campanas y discos. A lo largo del tiempo, fue creciendo y dió lugar a un nuevo integrante: Marcelo Cupi.
Un día se plantearon: Por qué no ponemos una casa de repuestos del automotor? ...
Y así fue... se empezó en la Avenida Almagro con un local pequeño, luego en la Avenida Martín Fierro y finalmente en Ratti.
Gracias a la gran clientela, a la calidad que se ofreció y la atención se logró empezar una obra nueva.
Esta obra tiene el objetivo de unificar todos los comercios en uno para poder facilitarle al cliente todo a su alcance. Hoy en día estamos aquí, para ofrecer lo mejor de lo mejor en Ratti 3650.